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viernes, 25 de julio de 2014

MANO HÁBIL Y CORAZÓN SINCERO

"Escogió a su siervo David, el que era pastor de ovejas; lo quitó de andar tras los rebaños, para que cuidara a su pueblo, para que fuera pastor de Israel. Y David cuidó del pueblo de Dios; los cuidó y los dirigió con mano hábil y corazón sincero" (Salmo 78, 70-72)

El pueblo de Dios es la congregación de los hijos de Dios y la congregación de los hijos de Dios es la Santa Iglesia. Dios siempre cuida a su Iglesia y la forma de cuidarla es eligiendo a quienes tienen el encargo de dirigirla, guiarla, corregirla.
Nuestra Madre Iglesia es Jerárquica y esa jerarquía no es un simple gobierno o una forma organizativa, es jerárquica para mostrar al mundo la comunión con Dios y con los hombres.

Como miembros de la Iglesia debemos amar y respetar a los siervos elegidos por Él para que nos cuiden, debemos orar por ellos y obedecer.

Pero también es necesario que todos y cada uno comprendamos que de una u otra forma el Señor nos va llamando para cuidar a su pueblo. El Señor nos va sacando de los lugares donde nos encontrábamos anteriormente para que cuidemos a su pueblo, a sus hijos, A NUESTROS HERMANOS. 

Mirando lo que hizo con David podemos destacar que Dios lo sacó, dice la Palabra, de andar detrás de los rebaños para que cuidara su pueblo, para que fuera pastor del pueblo. Dios sigue utilizando lo que David hacía, sigue utilizando la capacidad de cuidado de David, utiliza su sabiduría en lo referente a rebaños, pero ya no para ovejas sino para sus hijos.
Lo mismo hace con nosotros, sigue utilizando los dones, la sabiduría, incluso la profesión que podamos tener, pero ya no para andar detrás de las cosas del mundo sino para cuidar a nuestros hermanos, para que aprendamos a aplicar todo eso que tenemos, todas nuestras capacidades y aptitudes para la extensión del Reino de Dios.

En este caso, David seguramente cuidando un rebaño de ovejas, tuvo que tener mano hábil. Y eso lo aplicó para gobernar al pueblo. Mano hábil para tomar decisiones, corazón sincero para amar a Dios y desde Dios amar al pueblo que desde este momento era su pueblo, sus hijos y sus hermanos.

Estas dos cualidades deben adornarnos a todos, especialmente a aquellos que tienen a su cargo una porción de hermanos, sea donde sea que Dios los quiera poner a su servicio.
La autoridad en Dios no es autoritarismo sino que es mano hábil. No es mano fuerte, no es rigurosidad, ES MANO HÁBIL. 
Mano hábil significa disponibilidad, disposición a la enseñanza, disposición a hacer junto con el pueblo en la medida que lo sea necesario. Mano hábil significa "Aquí estoy" y significa "Así lo haremos". Mano hábil significa que se tiene muy clara la meta y que se entiende que el que cuida en este momento debe mostrar cómo llegar. Miremos otra vez la Palabra de Dios, dice: lo sacó de andar tras el rebaño para que cuidara al pueblo. El que cuida no va por detrás, el que cuida rodea a los que cuida, los contiene, y los ayuda a caminar en la voluntad de Dios. 

Corazón sincero es comunión con Dios, rectitud, conocer lo que Dios quiere para poder transmitir a los demás ese plan. Vivir primero para compartir después. Algo así como "te muestro lo que hay que hacer y cómo hacerlo con mi vida", muy distinta de aquella frase conocida "haz lo que te digo, no lo que yo hago". Corazón sincero es el camino sobre la verdad de Dios y la verdad NOS HACE LIBRES.

Pidamos al Señor la gracia de poder ayudar a nuestros hermanos con nuestro testimonio, que nuestras manos sean hábiles y nuestro corazón sincero, que actuemos siempre con rectitud, que no haya en nosotros dobleces, que nadie se confunda por nuestros descuidos sino que todos se sientan amados por EL a través nuestro. Amén

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