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lunes, 14 de octubre de 2013

EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO

Con el Espíritu de Dios moviéndose en nosotros, con todo el potencial de su poder, no hay cosa imposible.

El Espíritu Santo es la Tercera persona de la Santísima Trinidad, que con el padre y el Hijo merece la misma adoración y gloria. ES DIOS! Y como Dios goza de todos los atributos propios de la divinidad: OMNIPRESENTE, OMNISCIENTE, OMNIPOTENTE.

el Espíritu de Dios es la fuerza que todos y cada uno de nosotros necesitamos para cumplir la voluntad de Dios; es la ayuda en la oración que conoce la voluntad de Dios y que viene en nuestra ayuda porque no sabemos orar; es el santificador que obra en la Iglesia hoy, y sigue siendo el mismo de Pentecostés y que puede renovar esos mismos prodigios en nosotros y a través nuestro.

San Pablo nos exhorta a no entristecer al Espíritu, y esto significa dejarlo obrar, confiar en que si Él es el Aliento de vida que actuó en la creación del mundo, si por su poder resucitó al Hijo de Dios que se entregó por nosotros; si por su acción el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y Sangre de Cristo, y por el poder de su sobra que cubrió a María Santísima fue engendrado el Hijo de Dios en condición humana asumiendo la naturaleza de la Santísima Virgen, entonces ¿Qué cosa no podrá hacer en nosotros?

Es la más feliz realidad que podemos asumir, ya que una vez asumida podemos glorificar a Dios en santidad. Porque el obrar del Espíritu es la santidad de los hijos de Dios, que son llamados e invitados por su padre a ser como Él: SANTOS.
Y es el Espíritu quien lo hace, es su amor, es su poder, es su fuerza, es su acción poderosa la que actúa haciendo de nosotros, si le damos el lugar, nuevas criaturas. Todo lo hace nuevo y no hay nada que no pueda hacer.

Nuestra vida puede ser muy fecunda movida, guiada, impulsada por el Espíritu Santo, puede ser un verdadero Evangelio, puede ser a la medida de Dios. No desaprovechemos este don que viene de lo alto y que Jesús dijo que lo necesitamos, Dios sabe que solos no podemos hacer nada y para vivir todo lo que EL nos propone nos envía su fuerza y su misma Persona poderosa, gloriosa y llana de amor para que haga en nosotros y a través nuestro.

En esta vida no hay secretos mágicos, en esta vida en Cristo el secreto está en dejar hacer a Dios, que su Espíritu cumpla su misión y lo demás lo hace EL. Nuestra disponibilidad da el puntapié inicial, por decirlo de algún modo, para que Dios haga lo que quiere hacer en nosotros. dios nos respeta pero no nos tomemos todo el tiempo del mundo, recordemos que el Eterno es EL, no nosotros. Amén

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