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jueves, 20 de diciembre de 2012

¡VERDADERO TRABAJO!


La experiencia del trabajo por la extensión del Reino de Dios lejos está de ser una vida cómoda como muchos piensan u opinan. Pero es la experiencia más feliz de la vida de quien se anima a tomar este estilo de vida como un verdadero trabajo, teniendo presente quién es el Jefe y Dueño de todo, y que simplemente somos obreros que no hacen otra cosa que lo que deben hacer.
Si trabajamos para Dios y esperamos recompensa por el trabajo como una simple remuneración o algo que nos es debido, realmente podemos afirmar: ¡NO ESTAMOS EXTENDIENDO EL REINO DE DIOS! Sino que estamos intentando hacer de esta labor un rédito personal, y eso si que es totalmente sin sentido.
La labor para el Reino no consta de HACER MUCHAS COSAS, sino que la base y el cimiento principal de esta labor es LA VIDA MISMA. Quien se dispone a seguir la obra de Dios debe tener plena conciencia de que somos instrumentos, canales, pero no dueños ni socios. En esta vida no se trata de darle a Dios para que Dios me devuelva, sino que se trata de que la obra de Dios siga su camino, que Dios sea conocido, amado y glorificado.
Si logramos que esto ocurra habremos hecho bien las cosas y si lo hemos logrado no es para que asumamos el éxito como nuestro, eso es pecado de VANAGLORIA, porque si algo bueno logramos o tenemos en nosotros viene de Dios y es para Dios. Es su obra!!! Es su poder!! Es su amor!! Es el auxilio de su SANTO ESPÍRITU, nada es mérito nuestro.
Hay que disponerse totalmente a hacer lo que Dios quiere que hagamos, como Dios lo quiere y porque así lo dispone. Esa es la única forma de que Dios sea Dios, en nosotros y a través nuestro.
Esto lo compruebo día a día, momento a momento, y con las circunstancias que me toca vivir. Trabajar para Dios no significa que todo estará perfecto en nuestra vida, tampoco significa ausencia de problemas, de dolores, de enfermedades. Absolutamente errado si pensamos eso, pero lo distinto es que desde Dios todo cambia y toma sentido, todo nos sirve para el bien, para el crecimiento y para la extensión de su Reino.
Y les comparto la experiencia de ayer: Cuando salimos para ir a la radio, desde Rosario para llegar a Arroyo Seco, salimos dos horas antes. Llovía pero no era un motivo válido para quedarnos ya que la lluvia no era tan fuerte. Cuando llegamos a Arroyo Seco fuimos a orar a la Parroquia y fue tremendo como se desató la tormenta, tormenta eléctrica, rayos fuertísimos, agua como si fuera la última lluvia, tanto que no podíamos salir del templo para llegar a la radio y están a la par. De todos modos nos fuimos corriendo y obviamente nos re mojamos. De todos modos el programa fue hecho, nuestras hermanas Gisela y Marta no pudieron llegar, pero Dios vio su disposición y el intento de llegar.
Para regresar a Rosario, desde las 20 hs llegamos a las 23:45, pasó de todo. Se rompieron los coles, estaba todo inundado, no había taxis... en resumen... odisea!! Y hoy puedo decirles que la paz de saber que estábamos con Dios y que lo único que intentamos fue cumplir con lo que es nuestro compromiso. Y llegamos a casa, sanas y salvas, felices de estar en nuestro lugar y a descansar. Hoy un nuevo día y el deseo ardiente de que Dios sea glorificado!!!
Me acordé de San Francisco cuando enseñaba a los suyos en qué consistía la PERFECTA ALEGRÍA, el decía que si se lograba mantener la paz después de pasar por mil y una cosa, eso era perfecta alegría... Y me siento feliz, porque cada vez me convenzo más de que DIOS ES MI ALEGRÍA, MI SEÑOR Y MI TODO!!!!
Ánimo, si te has decidido seguir a Cristo y trabajar en su obra no todo será color de rosa, pero no tiene porque serlo, DIOS NO ES UN COLOR DE ESTADO O UN ESTADO DE COLOR, DIOS ES LA VIDA Y LA FELICIDAD DEL ALMA Y ESO NADA NI NADIE PUEDE QUITÁRTELO! Amén

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