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martes, 11 de diciembre de 2012

ESPERAR EN DIOS


El que espera desespera, dice el mundo. Pero una vez más muestra con esta expresión la situación en la que vive, la sociedad está mal encaminada y su espera es desesperante por un único motivo: ¿Qué espera?
Vos, yo, todos, absolutamente todos tenemos planes, proyectos, deseos, anhelos, cosas por solucionar; y todos esperamos que todo eso en algún momento de la historia de nuestra vida llegue a su conclusión y en lo posible que sea feliz. Es un sentimiento y una forma de vida propia de la humanidad, y nadie está exento de esperar algo.
La diferencia esencial y profunda radica también en ¿Qué espera?
¿Qué espera cada uno? ¿Cuál es el anhelo más profundo del corazón de cada uno?
Y, si nos ponemos a pensar, si nos detenemos aunque sea un instante, lo que estoy diciendo es muy simple. La espera es desesperante porque estamos atados, prendidos, a esos planes, proyectos, anhelos, deseos, etc... y esperamos en eso, queremos eso, buscamos eso, trabajamos para eso, nos desvivimos para concluir etapas con felicidad y ¿esta bien que sea así? Obviamente que está bien, pero podría SER MEJOR.
¿Cómo? Cambiando la visión, transformando la mentalidad, y esperando en ALGUIEN, en una PERSONA DIVINA que es mucho más que las cosas y las circunstancias y que es el hacedor de todo y que puede hacer que todo lo que nos proponemos llegue a buen cumplimiento. Así erradicaremos de nosotros la desesperación!
Si nos unimos a Dios y esperamos en Él, poniendo todo de nuestra parte, haciendo lo que nos corresponde hacer, todo será muy distinto. La voluntad de Dios sobrepasa ampliamente nuestra voluntad, Él todo lo puede. La mente de Dios sobrepasa ampliamente la nuestra porque Él todo lo sabe. Y el hacer de Dios nos supera por demás porque nosotros podemos ocuparnos de una cosa a la vez, a lo sumo dos, pero Él está en todas partes!
Debemos cambiar, entonces, la modalidad de nuestra espera. Dejar de esperar en cosas y poner nuestra esperanza en Dios.
Cambiar el ¿Qué espero? por el ¿En quién espero? Y así, nuestra vida será una verdadera fiesta de logros, porque unidos a dios TODO LO PODEMOS. Amén!

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